lunes, 15 de septiembre de 2008

EL RUMANO

Publicado en The Clinic, primer semestre de 2004


De vez en cuando me toca sacar a pasear a mis sobrinos. La tarea no sería tan dura si no fuera porque estos mocosos no heredaron el gen patachero que su tío lleva dentro. Cada vez que salimos, a pesar de los miles de panoramas comestibles que les propongo, inevitablemente terminamos almorzando en esos antros de comida gringa. Nunca me acuerdo como se llaman, son algo así como Mardones pero en inglés. Son un asco. No venden cerveza, las papas fritas tienen menos sabor que la bandeja en que te pasan la comida y no hay pebre ni ají para arreglar un poco las hamburguesas. Más encima, el otro día llevé fondeado un sánguche de malaya para comer mientras mis sobrinos almorzaban, pero llegó un hueón vestido de payaso y me dijo que ahí no se podía comer nada que no hubiera sido comprado en el lugar. No hay derecho, ¡Con lo escasa que está la malaya por estos días!.


Pero no todo es sufrimiento en la vida. Hace un par de semanas, mis sobrinos vieron en las noticias como se incendiaba el local donde el domingo pasado habíamos almorzado (en realidad ellos habían almorzado, yo me había ido por el alambre una vez más). Dicen que fueron unos cabros del Piedragógico, yo en eso no me meto. Pero el asunto es que a mis sobrinos les entró una fobia por ir a cualquiera de estos locales. Por lo mismo, aún tiritones, me dijeron que en la próxima salida que tuvieran conmigo irían donde yo quisiera. Les propuse entonces ir a comer donde sirven las hamburguesas que a mí si me gustan. Así llegamos a la Fuente Alemana, la original, la que está ahí cerquita de Plaza Italia. Porque la sucursal de Pedro de Valdivia no está mal, pero la grasita que se ha juntado en la plancha del centro -después de tantos años- entrega un saborcito aún mejor. Aunque este local tiene mucha fama por sus lomitos (personalmente, creo que hay mejores lugares donde servirse un lomo completo), lo que realmente vale la pena probar es su hamburguesa, más conocida como Rumano. Esta preparación consiste en una especie de croqueta ovalada, formada por una mezcla de carne de vacuno y de chancho, más una generosa porción de ajo machacado en mortero y una pisca de ají. El último ingrediente, responsable de amalgamar todo este conjunto de sabores, es algo que los dueños de la Fuente Alemana cuidan como el agua en el desierto y lo califican como un “secreto de estado”. El Rumano se pone en la plancha con un poco de aceite y se fríe bien, luego se monta en una frica calientita y se rellena con todo lo que a uno se le pueda imaginar. Dicen que esta preparación de verdad viene de Rumania, y que fue un antiguo empleado de la Fuente Alemana al que se le ocurrió incluirlo en el menú.

Sentado en la barra junto a mis sobrinos, me zampo una garza mientras le explico a los niños en qué consiste un Rumano. Ya estamos listos. Para los niños algo simple: un Rumano con poquita mayo para cada uno y dos jugos. Para mí: Rumano completo más agregado de palta y otra garza. No traen los bebestibles y antes que logremos tragar el primer sorbo de estos, nuestros sánguches llegan. Les aplicamos una buena dosis de la mostaza característica del local, esa fuerte y con unos puntitos negros, y para adentro. Estamos pochitos. Y lo mejor: mis sobrinos aseguran que a un local de comida rápida no vuelven ni amarrados.

5 comentarios:

Nicolás dijo...

Uf, los Rumanos, yo los como hace años incentivado por mi padre en una de esas venidas a Santiago a acompañarlo a nosequé. Entretenida columna, la leía cuando era asiduo al Clinic.
Saludos

Ariel dijo...

Los rumaaaaaaanos......exquisita hambuerguesa......
Lo que usted hizo don tinto es lo que yo voy a hacer cuando mis hijos empiecen a webiar con la comida rapida.
Los voy a llevar a donde se hacen la mejores y de verdá!!!!!

Sócrates Chaparro dijo...

que blog más entretenido, no lo digo sólo por este post. Claro que leyándolo he subido como 5 kilos !
Un abrazo!

Anónimo dijo...

gracias a este artiuculo conoci la fte alemana y los rumanos, ahora quiero ir pero el bolsillo no me lo permite. buuuu

Tr3pode dijo...

Una vez me zampe dos rumanos...y termine con olor a ajo una semana, pero realmente el buquet lo vale...manjar de los dioses!!
wen blog don tinto!